domingo, 10 de julio de 2016

Isla Mágica

Este verano nos hemos quedado sin vacaciones, mi marido tiene que trabajar, son cosas de la crisis, tras años en los que ha disfrutado de una situación estable y de unas buenas vacaciones, los recortes en sanidad han hecho que haya vuelto a empezar, a cubrir vacaciones.
Así que no podemos viajar mucho, pero lo poco que tenemos los vamos a intentar aprovechar. Y esta ha sido la primera salida veraniega, Isla Mágica, en Sevilla.

Entrada al Parque
Si tuviese que definir este día en Isla Mágica en una palabra, está muy clara: Calor!!! Ya sé que es Sevilla y que es Julio, pero el problema vino en que dentro de Isla Mágica hay un parque acuático que se llama Agua Mágica (al cual solo puedes acceder comprando la entrada de Isla Mágica y pagando una entrada más de 7 euros), nosotros teníamos intención de ir al parque acuático, bañarnos en las piscinas y lanzarnos por los toboganes, pero nuestra sorpresa fue que, aunque nos había vendido la entrada, el aforo del recinto estaba completo, así que teníamos que esperar una laaaarga cola para esperar que alguien saliera y luego poder nosotros entrar.
La gente estaba muy enfadada, lógicamente, porque además podías comprar la entrada dentro del parque para luego descubrir a la vuelta de la esquina que no podías entrar. Teníamos dos opciones o esperar o reclamar, y optamos por la segunda opción reclamamos y nos devolvieron el dinero (y no fuimos los únicos) Luego nos contaron, los que pudieron entrar, que dentro era imposible estar, no había ni una hamaca libre (por cierto para las hamacas tienes que pagar a parte también un dinero) y que tenían que hacer colas de más de una hora para tirarse por los toboganes.
Así que, disgusto a parte (sobre todo el de mi hija que se pilló un señor berrinche), intentamos pasar el día lo mejor posible en las atracciones de Isla Mágica, remojándonos de fuente en fuente y bebiendo mucha agua (por el agua también hay que pagar, pero si llevas una botellita hay fuentes en los baños donde puedes ir recargando)
Al agua patos

Aquí todavía había agua

Para mojarte hay también una zona muy divertida, con cañones de agua y fuentes, allí los niños se lo pasan muy bien jugando a la guerra del agua. Aunque se ve que este no era nuestro día, y justo en el momento que nosotros estábamos allí el agua dejó de funcionar, la causa no la sabemos, porque aunque le pregunté al chaval que estaba encargado de vigilar la zona no obtuve respuesta.







En cuanto a las atracciones, el parque es pequeño y aunque tiene bastantes estás son las más divertidas:

La caída libre

El jaguar, una impresionante montaña rusa

Los rápidos del Orinoco

Las caídas del Anaconda
La caída del Iguazú
Donde más disfrutó mi hijo fue sin duda en el Iguazú, una caída muy emocionante. Si vais con niños tened en cuenta que en las distintas atracciones hay un mínimo de altura, en las más peligrosas es de 1,30 (la montaña rusa y la caída libre), en casi todas las demás es de 1,10. Mi peque se puso muy contento cuando lo midieron y vio que llegaba al 1,10. ¡Se está haciendo mayor!

Si vuestros hijos son más pequeños, hay una zona llamada la Fuente de la Juventud que está hecha a su medida:



Hay otras que están pensadas para la familia, como una pequeña montaña rusa o unos buques en los que disparas agua (aunque no se puede mojar a nadie), un barco pirata, o un bote en el que tienes que disparar con luces a unas dianas.
Guerra de buques!!

La pequeña montaña rusa

El barco pirata
Además hay una zona con atracciones de pago, un toro mecánico, unas ranitas que suben y bajan, una guerra de globos de agua...

Además de emocionarte en las atracciones, en Isla Mágica también puedes encontrar varios espectáculos, todos muy bien hechos, quizás si tuviese que destacar algo de este parque serían sus actuaciones y sus actores.
Alicia a través del Espejo, en el corral de Comedias

Mowgli en el circo del Cóndor
Otro tipo de espectáculo, es el del cine en 3D, donde además de ver las películas en tres dimensiones, los sillones se mueven y con agua y aire hacen unos magníficos efectos.
Aunque de todos los espectáculos el mejor es el de clausura, en primer lugar hay un espectáculo ecuestre, del que no vimos casi nada, porque a pesar de que llegamos a la zona del espectáculo con bastante antelación ya estaba todo abarrotado y tuvimos que ponernos bastante alejados. Sí puedo decir que los caballos eran realmente preciosos.
Tras este espectáculo, se representa una fábula en la que un valiente alquimista trata de vencer al rey Cronos, y no cuento más, merece la pena verlo. 
Siento no poder poner fotos de esto, pero la cámara que llevaba en esta ocasión, una cámara acuática no es muy buena para hacer fotos nocturnas.

Y hasta aquí el viaje a Isla Mágica. En conclusión, si queréis visitar este parque os aconsejo que no vayáis en fin de semana, y que quizás sería mejor hacer la visita en Septiembre cuando seguramente haga menos calor. Aunque sinceramente, después de nuestra experiencia con la organización del parque nosotros tardaremos en volver.

No quiero despedirme sin agradecer a la Asociación de Vecinos del Carmen que nos dejaran ir con ellos en el autobús, fueron muy amables e hicieron el viaje muy ameno.