miércoles, 31 de agosto de 2016

Por la costa de granadina y almeriense.

La última semana de agosto nos hemos ido de playa por la costa Este de Andalucía, quizás una zona costera más desconocida que la zona del oeste, pero no desierta desde luego.

Emprendimos nuestro viaje un poco a la aventura, con dos tiendas de campaña (pues la nuestra de cuatro anda por Francia con mi hermano) una de ellas un poco maltrecha, a la busca de un camping donde pasar nuestra primera noche.
El que no se apaña es porque no quiere.

 Así que fuimos a parar a Castel de Ferro, que aunque parezca que llegamos a Cataluña, nada más lejos de la realidad, Castel de Ferro es un pueblo costero de Granada.

La playa con el castillo al fondo

A disfrutar del agua!!
Las playas son de arena fina, aunque te encuentras zonas pedregosas, pero lo mejor es que es una zona muy tranquila, poco turística y de un ambiente muy familiar. Sí me llamó la atención, que entre los pocos turistas muchos de ellos eran franceses.

En Castel de Ferro y su camping solo estuvimos un día con su noche, pues nuestro destino estaba en Aguadulce, donde nuestros amigos Rafa y Yolanda nos volvieron a dar cobijo en su casa.

Aguadulce es una localidad de la turística Roquetas de Mar, de hecho están totalmente pegadas la una a la otra. Es una zona de mucho turismo, pero de gran ambiente familiar, aquí lo que nos vamos a encontrar es a muuuchos "granainos" que vienen a veranear o que, incluso, tienen fijada aquí su segunda residencia.

Las playas de esta zona son de pequeñas piedracitas, lo cual se agradece porque no nos deja el cuerpo lleno de arena, pero por otro lado a los niños les es más difícil hacer castillos de arena, aunque bueno, ellos siempre encuentran la forma de pasarlo bien.

Nunca faltan parques en las playas.

Aunque está claro, el agua es lo más divertido.

Vista de la playa desde el agua.
Las playas de Aguadulce tienen el honor de sustentar una bandera azul, son muy limpias y tienen todos los servicios, incluso acceso para los minusválidos.

Pero como siempre, no todo es playa. Visitamos Roquetas y pudimos ver su castillo, el Castillo de Santa Ana del siglo XVI-XVII, totalmente restaurado y visitable. Junto al castillo se encuentra un auditorio de nueva construcción y el faro, que alberga exposiciones temporales.

El Castillo de Santa Ana

Y su interior

El auditorio y sus mejores actores

El Faro


El precioso paseo que hay detrás del faro

El mar revuelto que nos hizo salir a pasear ese día
De Aguadulce también cabe destacar sus bares, en los que, como en toda Almería y Granada, te sirven unas buenísimas tapas con cada bebida. Creo que he engordado y todo.

Pero, si hemos de destacar algo que nos gustase especialmente en este viaje, fue la Reserva Natural  Punta Entinas-Sabinar, situada entre Roquetas de Mar y Elegido, una gozada si eres un amante de la naturaleza como nosotros. Allí encontramos unas playas de agua totalmente transparentes, la zona más cercana al mar es de piedras muy pequeñas, pero si te alejas unos metros te encuentras unas preciosas dunas y detrás de ellas unas impresionantes charcas donde se refugia un variado ecosistema.

La zona de las dunas

La playa desde las dunas
Más dunas

La zona de las lagunas.
Y además, ¡sorpresa!, nos encontramos con que un pequeño bebé delfín se había perdido y había llegado a la costa de esta paradisíaca playa. No pudimos acercarnos mucho, porque lo estaban cuidando los expertos, que nos dijeron que estaba sufriendo mucho.

Fue una experiencia maravillosa.
Y bueno, aquí se acababan nuestras minivacaciones, pero como lo pasamos tan bien decidimos quedarnos un día más, nos despedimos de Yolanda y Rafa (que al pobre ya le tocaba trabajar) y nos fuimos a Salobreña, otro pueblo costero de Granada, muy cercano a Motril, y he de decir que, de nuevo, me he enamorado, es un pueblo precioso y sus playas son una pasada, limpísimas, impolutas y de nuevo transparentes como la de Punta Entinas.


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Bueno, esta imagen no es mía, pero es Salobreña
El pueblo de Salobreña está situado sobre una peña, en cuya cumbre encontramos un precioso castillo del Siglo XX. Para llegar hasta él hay que subir mucho, y aún habiendo pasado calor, os recomendamos el paseo, porque la subida nos lleva por unas preciosas callejuelas blancas llenas de flores.

Subimos


Una de las preciosas calles de Salobreña

Llegamos al castillo!!!

Visitamos su interior

La Iglesia, vista desde el castillo.
Al parecer, es también de interés turístico la Iglesia del pueblo, pero hacía mucho calor, no nos quedaba otra que ir a la playa. Fuimos a dos playas. La playa de la Guardia, una playa urbana preciosa, en la que con nuestras gafas de la piscina pudimos ver multitud de peces y muy cerca de la orilla. Y una cala que estaba junto al hotel en el que nos alojamos (Best Western), de piedras grandes, pero de interés natural por la cantidad de peces que se veían allí.

La cala junto al hotel

Merendando

La cala desde arriba. Hay que bajar andando.

La playa de la guardia. Lo que hay en el peñón es un restaurante.
Y aquí ya tuvimos que finalizar nuestro viaje. La verdad es que he quedado enamorada de la costa granadina que tan poco conocía, a pesar de tenerla tan cerca. Para la próxima escapada nos guardamos La Herradura y Motril.
Hasta la próxima.


viernes, 12 de agosto de 2016

Río Chíllar. Nerja

En esta ocasión hemos ido a dar un largo paseo de unos 8 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta por un río, por el río Chillar, que se encuentra en las afueras de la localidad de Nerja. (Aunque nosotros caminamos todo eso, lo bueno es que puedes volverte en el punto que quieras)
A nuestra familia le encanta caminar por el campo y vivir apasionantes aventuras, por eso nuestra familia pertenece al club de senderismo Amigos del Torcal.

El río Chíllar es un entorno espectacular, lleno de vida. Los niños disfrutaron viendo libélulas, mariposas e incluso una rana que encontró el pequeño de la familia. De la rana no pude conseguir foto, pero sí de otros habitantes del río.

No sé si la véis, pero ahí hay una libélula

Esta es negra, se ve mejor

Y una mariposa
Lo malo del río Chíllar es que va a visitarlo mucha gente, así que si buscáis sentir la paz y la soledad de la naturaleza este no es lugar indicado. Pero cualquier ruta senderista es un buen momento para hablar con los amigos, con los niños y con la pareja, es un buen momento para compartir y conocernos mejor, además esta que se hace por un río se convierte en una gran aventura para niños intrépidos.
Si os atrevéis a hacerla os recomendamos que llevéis unas zapatillas de deporte, nada de chanclas que os podéis hacer daño en los dedos con las rocas del río, una mochila con poco peso (bocatas, toallas ligeras y tentenpiés para niños hambrientos y agua), aunque a veces la mochila con niños puede llevar cosas que te sorprendan:

Para mí lo mejor del camino, además de las pozas, son los cahorros, no os los perdáis, no están lejos del comienzo de la ruta, además al final de los primeros se encuentra una primera poza en la que poder bañarse y una zona amplia donde poder comer algo.


Os dejo aquí un vídeo con fotos del camino. Si necesitáis más información no dudéis en  preguntarme lo que queráis. Hasta la próxima.





domingo, 7 de agosto de 2016

Rincón de la Victoria

Como os dije en mi última entrada, este año nuestras vacaciones son diferentes, pero siempre hay solución para todo.

La segunda quincena de Julio la pasamos en el Rincón de la Victoria, localidad cercana a Málaga, en la que los niños y yo hemos podido desconectar de nuestra rutina, mientra el papá ha podido compaginar unos días de relax con su trabajo en el Materno Infantil.
La verdad es que hemos tenido una suerte enorme, porque gracias a mi amiga y compañera Pilar encontramos un maravilloso piso por un precio bastante asequible, la costa malagueña es muy muy cara, por menos de 1200 euros a la quincena no encuentras prácticamente nada, pero nosotros tuvimos suerte y pagamos la mitad. Además el piso se encontraba en una zona residencial privada con piscina y todo!!

La piscina del piso que alquilamos

El Rincón de la Victoria está situado entre las poblaciones de la Cala del Moral y Torre de Benagalbón, aunque las tres localidades están prácticamente unidas y podría pasar por una sola.
Monumentalmente, no tiene mucho que ver, en las tres localidades hay una torre vigía, en el Rincón hay una fortaleza y una iglesia y varias plazas llenas de vida. Además en su paseo marítimo puedes ver distintas esculturas.

La diosa fenicia Malac vigilando el mar
Castillo de Bezmiliana, fortaleza romana reconstruida por su valor estratégico por Carlos III
Lo que para mi tuvo más interés en este sentido, quizás fue un bonito paseo que hay entre la Cala del Moral y el Rincón de la Victoria llamado el Cantal, es interesante porque se pasa por unos túneles construidos en 1908 como paso ferroviario entre Málaga y Vélez Málaga. Por otra parte, los túneles pueden ser bordeados por un paseo marítimo que bordea un precioso acantilado.
A los niños le encantó el paseo

Está lleno de escaleras, eso sí

La vistas hacia la Cala

Uno de los tres túneles

En los dos extremos del camino, se encuentran una especie de ermitas de la Virgen del Carmen. La de del Rincón es la que sacan a procesionar el día del Carmen.

La ermita del Rincón de la Victoria


La ermita de la Cala del Moral

La ermita de la Cala desde el paseo.
Otro enclave natural a visitar es la Cueva del Tesoro, única cueva de origen submarino conocida en Europa, de terreno calizo. La cueva es más pequeña que la de Nerja, pero de gran belleza. En esta ocasión no fuimos a visitarla, pero lo habíamos hecho ya en ocasiones anteriores. Para los niños es siempre una gran aventura visitar una cueva, más si le vas contando que es una cueva pirata, en la que se esconden duendes y hadas...
No tengo imágenes de la cueva, pero os dejo aquí este video.


Y hasta aquí lo que se puede visitar. Porque principalmente lo que nosotros hemos hecho ha sido "playear". Las playas de Rincón son menos turísticas que la zona de Fuengirola, Torremolinos...pero siguen siendo turísticas, y aunque no hay problema para poner la sombrilla, sigue habiendo para mi gusto, mucha gente. 

Lo más divertido de la playa, la arena, una arena oscura y fina.
Lo más bonito de la playa.

Tuvimos un poco de mala suerte y hubo varios días
 con un oleaje muy fuerte, pero fue divertido.

Me encanta pasear por la orilla

Y el mejor momento de la playa, la noche, nos encanta llevarnos bocatas
 y jugar en la arena, incluso alguno se baña con el agua calentita.
Otro encanto de cualquier pueblo costero, son sus fiestas del Carmen, la Virgen del Carmen es la patrona de los marineros, así que el 15 de Julio suele procesionarse en una barca por el mar. Es una tradición curiosa y bonita. Al salir de la barca, suena la salve marinera y en el Rincón acaban con un espectáculo de fuegos artificiales y luces, que para mi gusto no casan mucho con el tema religioso, pero a los niños les encantó.

La barca que lleva la imagen.

Hay muchísima gente siguiendo la procesión, además podéis ver al marinero
que lleva una viga para sacar la barca.

Perdón por la foto, pero había muy poca luz.
Esta es la barca y la virgen ya llegando a tierra.

 En cuanto a la comida, la verdad es que todos los sitios donde fuimos fueron bastante buenos, también es verdad que solemos mirar antes en Trip Advisor. Os recomendamos Casa Guirado o La Caña, para tomar pescaito frito, umm que rico, y espetos, pero si os va más la comida menos tradicional podéis ir a El Jalar (cuidado hay dos restaurantes de El Jalar y uno está en Málaga, lo sé porque me equivoqué e hice la reserva en el restaurante malagueño). Se trata de un restaurante de nueva cocina, con un bacalao buenísmo y unos cogollos rellenos de carne de rechupete. Otro chiringuito diferente es la Inopia, este está en Torre de Benagalbón, ahí podéis tomar de todo, pescaito, espetos, humus, comida vegana, árabe... hacen actuaciones en directo y cuando dejas propina todo el bar grita: "Gracias generoso!!!"
Pero si hay que destacar un establecimiento, es la heladeria Capricco, ¡madre mía que helados!, mi hija disfrutó sobre todo el de sandía, mi peque el de kinder y yo me enamoré del de mango y el de carapino (nata con piñones), se me hace la boca agua tan solo de recordarlo.