lunes, 17 de abril de 2017

Semana Santa en los pueblos de Cádiz IV. Arcos de la Frontera.

La parte histórica del pueblo de Arcos de la Frontera es nuestra última visita de Semana Santa, este pueblo es parte de los llamado Pueblos Blancos de Cádiz, lo mejor de este pueblo es su enclave, sobre la montaña, lo que nos deja un impresionante perfil de sus casas y edificios vistos desde abajo, y unas maravillosas vistas desde arriba:


Arcos desde el puente San Miguel que cruza el Guadalete

Y las vistas desde sus miradores:



El papá haciendo fotos y los niños haciendo dibujos :)

Aquí tenéis un mapa del casco antiguo de Arcos, no tiene pérdida, subir y bajar una calle y poco más.


Estos son algunos de los rincones de sus rincones:


La basílica Menor de Santa María la la Asunción
El lateral de la misma basílica
El cabildo

El palacio del Mayorazgo
La calle Dean Espinosa


 Para comer, os recomendamos, una casa cueva, donde además de ser un sitio con encanto, la comida está riquísima, llamada Alcaraván:



Y aquí terminamos este viaje, que tanto hemos disfrutado. Si hay que destacar algo de esta zona, sería su ambiente, las tapitas (aunque caras) y sus vinos. Y como no, la singular Doñana, un paraíso que debemos cuidar entre todos.

Hasta el próximo viaje.


Semana Santa en los pueblos de Cádiz III- Jerez de la Frontera

Otro enclave que fuimos a visitar fue Jerez, que nos dejó totalmente anonadados, no sabíamos lo señorial que era esta ciudad, al menos su casco histórico que está lleno de imponentes edificios muy bien cuidados, y de gente muy, pero que muy bien vestida (vamos que se notaba a la legua quienes habíamos ido a hacer turismo)

Camino a nuestro destino, nos encontramos con esta joya, la Cartuja de Jerez de la Frontera, construida en el siglo XV, con un precioso pórtico grecorromano.



Esta es una capilla que hay antes de la enorme cartuja.



De nuevo, una parada antes de llegar a Jerez, de camino nos desviamos para ver el circuito de carreras, en el que estaban dando vueltas alguna que otra moto. Mi chiquitín alucinó.


Una vez que logramos despegar a los niños del circuito, llegamos a Jerez, y como buenos turistas fuimos a visitar las bodegas de González -Byass (las de Tío Pepe), que están situadas a la entrada de la ciudad. En la visita paseamos por sus bodegas, nos pusieron un video explicativo de la creación de la empresa y nos dieron a degustar dos de sus vinos, dos porque son los que pagamos a la entrada.

Esta bodega al aire libre fue diseñada por Eiffel

Una simulación de sus viñas

Los barriles del brandy Soberano

Un antiguo alambique donde hacían el brandy

El proceso de envejecimiento del brandy

La botella más emblemática de las bodegas y de todo Jerez
Otra visita obligada en Jerez es su espectáculo ecuestre que se realiza en la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, los precios para entrar van desde los 21 euros por adulto y los 13 por niño hasta los 100 en el palco. Las entradas es recomendable comprarlas por internet en https://www.realescuela.org/es/programacion.cfm
No se pueden hacer fotos ni videos, así que os dejo volar la imaginación.

En cuanto a Jerez, dar un paseo por sus calles es muy recomendable, su casco histórico está repleto de rinconcitos que te dejan con la boca abierta, y por supuesto no debes dejar de visitar sus tabancos, antiguos despachos de vinos que se convirtieron en bodegas. Este fue nuestro paseo:
Pincha aquí para ver nuestro recorrido

Comenzamos en la plaza del arenal, plaza en la que se encuentra el centro de información turística, aunque cuando nosotros llegamos estaba cerrado.


En esta plaza fue donde comimos, pero realmente fue un error, no os lo recomiendo, en absoluto, luego un poco más abajo en la calle larga vimos muchos sitios mejores donde comer.
El restaurante donde "comimos"
Bajando por sus calles encontramos el mercado de abastos, un edificio de José Esteve de 1885:


Un poco más adelante, bajando por la calle Larga nos encontramos con el famoso Gallo Azul, un emblemático edificio de Jerez, de principios del siglo XX, que alberga uno de los más famosos lugares de tapas de la ciudad.



Seguimos paseando por la calle Larga, y ahí podemos contemplar lo señorial que es Jerez de la Frontera, sus grandes edificios denotan la riqueza del lugar.




Al final de la calle Larga, aparecen la casa del Marqués de Domenecq y el convento de Santo Domingo, del que podemos visitar su claustro:
Este marqués era un bodeguero jerezano


Volvemos sobre nuestros pasos, y esta vez nos desviamos un poco para llegar a la plaza de Rafael Rivero, donde nos paramos en uno de los tradiconales tabancos jerezanos a tomar unas torrijas.

En esta placita llena de bares, pudimos comprobar el ambiente festivo de la ciudad en Semana Santa

Riquísima!!!
Otra plaza a la que nos llevan nuestros pasos es la de Primo de Rivera, de la que vamos a destacar un Bayan Australiano que preside la plaza con sus impresionantes raíces aéreas


El paseo sigue por las calles peatonales de Jerez llenas de bares, cafeterías y mucho ambiente por todas partes, y entre sus calles aparece una nueva plaza que nos vuelve a sorprender, la plaza de la Asunción:


Más adelante el precioso edificio del Ayuntamiento:


Acabamos nuestro recorrido en la catedral y los Reales Alcáceres. Con la catedral tuvimos suerte, pues había una misa y pudimos entrar a verla por dentro, con todo el cuidado del mundo para no molestar, aunque otros turistas no tenían ese mismo respeto...



Los Reales Alcáceres estaban cerrados, así que otra vez será:


No puedo cerrar este post sin hablar del tabanco de El Pasaje, donde echamos un buen rato, bebiendo vino y escuchando flamenco en directo, eso sí solo escuchando, porque había tanta gente que era imposible ver nada. Pero, de todas formas es algo totalmente recomendable, una experiencia que te hace viajar en el tiempo y puedes llegar a vislumbrar el modo de vida de principios del siglo XX, donde estos tabancos eran despachos de vino, que mientras hacían esperar al cliente les servían una tapita.


Los barriles del tabanco



domingo, 16 de abril de 2017

Semana Santa en los pueblos de Cádiz II- Doñana y Sanlúcar de Barrameda

No podíamos dejar pasar la oportunidad, ya que estábamos tan cerca de visitar Doñana, una de las reservas naturales más importantes de Europa, y precisamente por eso no es de acceso libre, así que contratamos un viaje en un autobús 4x4 y iniciamos la aventura.
Salimos desde Sanlúcar de Barrameda desde la playa Bajo de Guía, en la que se encuentra el centro de interpretación del parque en la antigua fábrica de hielo.

Cruzamos el Guadalquivir en barco y allí nos esperaba el autobús.

Fachada de la antigua Fábrica de Hielo
Cruzando el río

Nuestro autobús

En nuestra visita, vimos todos los distintos paisajes del parque, el bosque, donde pudimos avistar ciervos y jabalíes, así como multitud de aves; las marismas, que ahora mismo se ven como un gran lago; las dunas fijas y móviles y la playa. Es un espectáculo de la naturaleza, increíble como a pocos metros de distancia el paisaje puede cambiar tanto.

Paseando por una zona de bosques
Las marismas
Parte del camino por donde pasan las carretas del Rocío

Las dunas móviles

Dunas o no, son arena donde poder jugar

Las dunas se forman sobre los pinares que desaparecen al quedarse enterrados y vuelven a crecer cuando las dunas se van


Además, pudimos ver los edificios del parque, un poblado que tiene sus orígenes en la creación del carbón y un enorme palacio donde los políticos van a pasar sus días de vacaciones y relax.
Poblado de la Plancha

El palacio de las Marismillas, donde los presidentes del gobierno han pasado y pasan sus días de retiro.

Tras la visita a Doñana, dimos un paseo por Sanlúcar de Barrameda, tierra de la manzanilla, un vino que se crea del mismo modo que el fino, pero que por las condiciones metereológicas de la zona hace que sea diferente a todos los demás. Fue una lástima, pero no pudimos visitar ninguna bodega, pues todas estaban cerradas. Así que dimos un paseo por las calles del pueblo, que olían a vino y Semana Santa.
Pincha aquí para ver el plano de nuestro paseo.
Comenzamos el paseo admirando la plaza del Cabildo, en cuyo centro encontramos una preciosa fuente. La plaza está rodeada de edificios históricos , bares de tapas, y además en ella vais a encotrar la heladería Toni, con unos helados artesanos riquísimos.



Continuamos y pasamos por la plaza de San Roque y la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados
La plaza está llena de bares

La iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados

Empezando a subrir hacia el auditorio de la Merced, nos encontramos con una bodega de vinos, en la que pudimos asomarnos un poco para ver sus barriles.


El olor de vino inunda todo Sanlúcar
Continuamos por la cuesta Bretones y la calle Belén, una preciosa subida que desemboca en el auditorio.
Una fuente del jardín del Auditorio

Un poco más adelante encontramos la Plaza de la Paz, donde se sitúan la Hospedería de los Duques de Medina Sidonio, que ya no se podía visitar y donde no nos dejaron asomarnos ni tan siquiera al patio, y la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la O, también cerrada. Lo mejor que nos llevamos de esta plaza unas almejas que nos tomamos en el bar de la esquina de la plaza, en el que por cierto, mi hija mayor y yo nos quedamos encerradas en el baño hasta que los camareros desmontaron el pomo de la puerta. Una aventura más.

Al fondo la hospedería de los Duques de Medina Sidonia, en el laterar la Iglesia

Lo que sí estaba abierto y pudimos visitar fue el Castillo de Santiago, que está justo al lado de la bodega de Barbadillo, también cerrada hoy.

Entrada del castillo

El interior
La sirena de dos colas que abraza los escudos de las familias del castillo

Vistas desde el castillo

Para terminar nuestra visita en Sanlúcar visitamos la Iglesia de Santo Domingo del siglo XVI, esta vez si que la encontramos abierta por los cofrades que se estaban preparando para la procesión y que muy amablemente nos invitaron a pasar.

Entrada a la iglesia

Interior

Una pena encontrarlo casi todo cerrado, pero una excusa para volver más adelante. En la siguiente entrada, os contaremos nuestra visita a Jerez de la Frontera.