jueves, 1 de agosto de 2019

País Vasco. Bilbao y San Sebastián

No es la primera vez que visitamos Bilbao, la primera vez fue en el 2014 que cruzamos el norte de España, desde Galicia para visitar a nuestros amigos Miguel y María, aquella vez ya nos inundamos del encanto de Bilbao, sus pinchos y la amabilidad de la gente, por eso no podíamos, estando tan cerca no volver a visitar esta ciudad que tan buenos recuerdos nos traía.

Empezamos el recorrido en el Guggenhein, no lo visitamos por dentro, solo paseamos por sus exteriores, que merecen la pena.

El museo se sitúa junto al río Ibaizabal


A su alrededor se ven varias esculturas,como esta araña

Pero, sin duda lo más característico es el perrito Pupi hecho de flores que van renovando en cada estación.

Desde el museo, cogimos el tranvía para acercarnos al centro y continuar nuestro paseo, cruzamos el río por el puente del Arenal, para adentrarnos en el casco viejo de la ciudad. El puente está junto a la estación de tren:


 Nada más cruzar el puente nos encontramos con el teatro Arriaga, edificio de 1890 inspirado en la Ópera de París:


Nos dirigimos a la plaza de Unamuno, donde podemos observar las escaleras que llevan a la parte alta de Bilbao



Continuamos el paseo hacia las llamadas Siete Calles de Bilbao, origen de la villa de Bilbao, que nació como un entorno comercial alrededor de la ría. Hoy sigue acogiendo comercios, bares y restaurantes.




Presidiendo las Siete Calles encontramos la catedral de Santiago, Iglesia Gótica, aunque su fachada fue reconstruida en el siglo XIX




Imagen del interior


Volvemos a acercarnos a la ría, hasta llegar al mercado de San Antón, que por cierto, si necesitáis ir al baño allí hay unos públicos.


Un poco más adelante nos encontramos la iglesia de San Antón, edificio del siglo XV, aunque se ha descubierto que fue construida sobre otra datada en el 1300, por lo que se le considera la iglesia más antigua de Bilbao.




Aquí tenéis el enlace al paseo que os proponemos, aunque no es todo lo que Bilbao puede ofrecer:


La otra gran ciudad que visitamos en el viaje fue San Sebastián, a 101 kilómetros de Bilbao, ciudad conocida por su festival de cine y su famosa playa, La Concha.

Panorámica de la Concha


Empezamos a descubrir la ciudad desde el edificio del ayuntamiento, que nos muestra el inicio del casco histórico de la ciudad.


El centro histórico de San Sebastián, que se sitúa a las faldas del monte Urgull, es una serie de calles estrechas llenas de vida, de lugares de pintxos y tiendas de todo tipo.


Nos llevamos además una sorpresa, pues vimos un desfile de gigantes y cabezudos, si os los cruzáis tened mucho cuidado, los niños llevan unos globos hechos de lo que parece piel de vaca para golpear a los incautos. Mario, nuestro pequeñín, se llevó unos cuantos de sustos.



En el centro del casco histórico se sitúa la plaza de la Constitución, que data de 1817, es centro de las festividades locales, allí se celebra por ejemplo la Tamborrada. Llama la atención los número de las ventanas de los edificios, la plaza fue usada como plaza de Toros, y los números hacen referencia a los palcos de la misma.


En la parte más alta del casco viejo se encuentra la iglesia de Nuestra Señora del Coro, una basílica de estilo barroco:




También a las faldas del monte Urgull, encontramos el puerto deportivo, que alberga un tesoro para los viajantes con niños, que además nos ayudó a mitigar el calor, el acuario:

Imagen del puerto


La entrada al acuario es de 13 euros por adulto y 6,50 por niño menor de 12 años, nosotros lo recomendamos, no es el más grande que hemos visto, pero sus instalaciones están muy cuidadas y tienen una gran variedad de especies. Pero sin duda, lo que más le gusto a los peques, y no tan peques, fue el túnel de cristal.



Continuamos nuestro caminar, por el paseo marítimo, y descubrimos como cualquier lugar es bueno para darse un chapuzón. Nos llamó mucho la atención, que incluso en la zona del puerto hubiera bañistas, algo nada habitual en las playas del sur.


Nuestro baño fue en la Concha, no íbamos a ir a San Sebastián sin bañarnos allí, hacía mucho calor, y la playa estaba abarrotada, pero no nos impidió disfrutar de la fina arena y las cristalinas aguas.


Tras el baño, continuamos nuestro paseo hasta subir al monte Igueldo, pero no subimos andando, sino en el funicular.


Las vistas desde el monte Igueldo son magníficas, también podéis subir al monte Urgull, pero nosotros nos decantamos por el Igueldo, porque además en él se encuentra un parque de atracciones.


El parque de atracciones, es también un conjunto monumental, pues las atracciones más antiguas datan de 1911, no son tan rápidas como las de hoy en día pero también son divertidas, como el paseo en barca. Tienes más información en este enlace: https://www.monteigueldo.es/


Algo que nos llamó mucho la atención es que aún se conserva en las paredes del recinto la publicidad de la época, es realmente un viaje en el tiempo.


Y tras la visita al parque de atracciones, no nos podíamos ir de San Sebastián sin asistir a uno de los atardeceres más bonitos de España, por supuesto en el lugar que Chillida enclavó los peines del viento.



Y este fue nuestro recorrido por San Sebastián, si quieres seguir nuestros pasos te dejo aquí el mapa de nuestro paseo. https://www.mapsdirections.info/mapea-mi-ruta/viewMap.php?route=268353


Sigue nuestro viaje por el País Vasco aquí:


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