miércoles, 30 de marzo de 2016

Semana Santa en el Algarve. La costa.

Esta Semana Santa hemos pasado unos días en el Algarve portugués, como sabréis se trata de la zona sur de Portugal, zona famosa por sus preciosas playas y su buena comida. Todo esto lo hemos podido corroborar nosotros.
No era la primera vez que yo viajaba esta zona, pero sí era la primera visita que lo hacía mi familia y los amigos con los que viajamos, la verdad es que yo hacía mucho tiempo que había ido y ha sido un redescubrimiento fantástico.

Evidentemente en cuatro días que hemos estado, no hemos visitado toda la zona, nos hemos centrado en el oeste de la región. Voy a dividir la experiencia en dos zonas, la zona costera y la zona de montaña, ambas maravillosas.

En la zona de costa visitamos varios pueblos, el primero fue Lagos, el pueblo tiene una zona peatonal muy agradable, llena de comercios para turistas y restaurantes, en esta zona encontramos dos iglesias, la de San Antonio, una de las iglesias más importantes de Portugal y Santa María. Fue una pena no poder entrar a ellas, pero ya volveremos.
Una plaza de Lagos con la Iglesia de San Antonio al fondo

La Iglesia de Santa María, con una exposición de cruces delante con motivo de la Semana Santa.
Cuenta además con una fortaleza al final del puerto, frente a la zona de las murallas de la ciudad.


Otra ciudad costera que visitamos fue Portimao, el centro de esta ciudad es también peatonal, aquí también encuentras multitud de restaurantes y comercios casi todos dedicados a la piel y a los artículos hechos de corcho, algo muy típico de todo Portugal.

Una de las calles de Portimao, al fondo con unos edificios con la fachada de azulejos.

La iglesia del antiguo colegio de los Jesuitas.

Interior de la Iglesia  Nossa Senhora da Conceiçao
Otro pequeño y entrañable pueblo que visitamos es Alvor, Alvor se sitúa junto a una ría, lo que hace que el paisaje cambie totalmente en unos pocos quilómetros. Aquí nos llovió un poquito, pero hizo que el pueblo se envolviera en una atmósfera especial, como si nos hubiésemos trasladado al norte.

Una calle de Alvor

Bajando al puerto
La puerta manuelina de la iglesia de Alvor.

El puerto de Alvor



Pero sin duda, lo mejor de la zona costera del Algarve son sus preciosas playas de arena dorada. Las playas están al pié de enormes acantilados de tonos cobrizos, e invadidas por islotes y grutas que se pueden visitar alquilando una barca. Nosotros alquilamos una en Lagos y quedamos impresionados con el viaje, además los niños disfrutaron como los enanos que son, claro.
Aquí os dejo algunas imágenes.
Esas escaleras se construyeron para descargar a los esclavos.


Una playa paradisíaca tan cerca y nosotros sin saberlo.

Una gruta desde el barco

La gruta por dentro



Pero no solo visitamos la paya en barco, también la visitamos a pié de playa y algunos ¡¡hasta se bañaron!!, bueno con truco.
Cómo mola la arena!

Me quiero bañaaarrr

Con neopreno! Así cualquiera!


Paseando por la arena
Otra forma de conocer estos impresionantes acantilados es paseando por unos caminos que han habilitado sobre ellos, una forma menos peligrosa y también muy bonita.




No puedo terminar esta entrada, sin hablar del Cabo de San Vicente, lugar espectacular, en el que una vez que lo visitas comprendes porque nuestros antepasados creían que ahí se acababa el mundo.


Un poco antes del cabo te encuentras una fortaleza desde la que puedes bajar casia a ras de agua, para contemplar la inmensidad.
Por la carretera, antes de llegar al cabo te encuentras con varias playas en las que se concentran multitud de gente para practicar surf. Verlos también es un impresionante espectáculo.

En la siguiente entrada os contaré lo que visitamos en el interior de esta zona del Algarve.




No hay comentarios:

Publicar un comentario