sábado, 12 de agosto de 2017

Viaje a los Picos de Europa, Cantabria. Parte III

Como ya dijimos anteriormente, el Parque Natural de los Picos de Europa, abarca tres comunidades, León, Asturias y Cantabria. Aunque en este viaje pasamos la mayor parte del tiempo en Asturias, también nos acercamos a la vecina Cantabria en un par de ocasiones, en primer lugar para ver la zona de Fuente Dé y Potes. Esta zona es la del valle del Liebana.

Esta zona del parque es también espectacular, nada más que su acceso por el desfiladero que va junto al río Deva ya es digno de ver, aunque también da un poco de miedo ver las redes colocadas sobre la carretera para detener los derrumbes...

Nosotros, no vimos más que el teleférico de Fuente Dé y Potes, pero seguro que la próxima vez que volvamos a los Picos de Europa nos quedaremos a disfrutar de este lugar. En este enlace podéis ver algo más de la zona:
http://turismodecantabria.com

 Lo primero que hicimos fue ir a Fuente Dé a coger el teleférico, con la intención de bajar andando por una ruta de 14 kilómetros de casi continuo descenso, y luego ir a comer a Potes el famoso cocido Lebaniégo, pero llegamos allí y chocamos con la realidad... Hicimos cola para comprar las entradas del teleférico, y luego tuvimos que esperar en torno a una hora para poder subirnos, así que tuvimos que echar mano de los bocatas que siempre hay que llevar en la mochila por si acaso.

La subida en el teleférico es impresionante (sobre todo si eres de los que se marean con nada) y las vistas cuando llegas allí indescriptibles.



Una vez que llega arriba, puedes dar un paseo (hay rutas bastante largas o puedes dar un paseito cortito), asomarte a los miradores, y volver en teleférico, o se puede emprender la vuelta a pie. Nosotros decidimos bajar andando porque nos pareció una ruta fácil para los niños, pero nos quedamos con las ganas de subir a los Horcados Rojos (para la próxima vez)

La bajada comienza por zonas grises de gran belleza, nos hubiese encantado verlo cubierto de nieve, pero el verano también deja paisajes bellos.


En seguida el paisaje cambia a verde, y empezamos a divisar los valles.

Esa casita del fondo es un Palacio Real

Además de las sempiternas vacas, aquí también vimos caballos
En un momento determinado puedes desviarte unos metros para llegar a esta bonita hermita.


Más abajo encontramos diversas fuentes, aunque pone que el agua no está acondicionada para el uso humano.


Para teminar el recorrido hay dos opciones, bajar hasta Espinama por un carril y luego hacer unos dos kilómetros de carretera o continuar por un hayedo, que ya no es tan cómodo, que tiene varias zonas de pequeña subida y bajada. Nosotros decidimos evitar la carretera, y el paisaje es de nuevo maravilloso.



Cuando llegamos de nuevo a Fuente Dé, nos refrescamos un poco y decidimos ir a Potes, pero... cuando los mayores nos montamos en el coche, nos dimos cuenta de que se había fundido un fusible del coche, quizás por la mano de algún peque...Así que, con los antecedentes que tenemos del coche, fuimos a buscar un taller en Potes donde nos lo arreglaron muy amablemente por el módico precio de...un euro!!! super amables, gracias desde aquí.

Una vez arreglado el percance visitamos Potes. Potes es un pueblo con mucho encanto y muchos rincones para perderse. Sus casas de piedra, sus plazas, sus balcones... Además de la zona con la iglesia, el paseo por el río. Pasamos poco tiempo, así que tendremos que volver. Sirvan estas imágenes como ejemplo:










También cenamos en Potes, y por supuesto que no nos atrevimos con el cocido Lebaniego, pero no le hicimos ascos a la morcilla típica de allí.



Aquí en Potes compramos el número de Lotería de Navidad que va a tocar este año, je je.

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