lunes, 14 de agosto de 2017

Viaje a los Picos de Europa- Oviedo. Parte VI

Como no íbamos a visitar Oviedo, la capital de Asturias, aprovechamos un día que daba lluvias y no nos atrevíamos a meternos en el monte, ni era día de playa y nos dirigimos a la imponente Vetusta de Clarín.
Oviedo es una ciudad de dimensiones muy asequibles, y en un día puedes puedes visitar sus principales atractivos. Empezamos nuestro recorrido en el Campo de San Francisco, parque en el que se pueden encontrar diversas estatuas como la de Woody Allen, y donde se puede dejar el coche puesto que hay un parking justo debajo. Además allí hay un punto de información turística donde hacerte con un plano.
Como llegamos tarde a Oviedo, dejamos el parque y nos dirigimos a la plaza Fontán, donde encontramos los edificios de colores y un mercadillo en sus alrededores:




 Cerca de Fontán, se encuentra el mercado de abastos, cuyo edificio es del siglo XIX


Justo después de doblar la esquina, nos encontramos con el ayuntamiento de la ciudad, edificio que se empezó a construir en el siglo XVII

Y al lado un edificio con el nombre de la Antigua Vetusta.
 Lo siguiente que encontramos en nuestro paseo es la catedral de Oviedo, desde donde no puedo dejar de imaginar a Fermín de Pas contemplando sus "dominios"


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 Ni puedo dejar de ver a Ana Ozores, desvanecida en la entrada de la catedral sintiendo el beso viscoso de sapo que le daba un monaguillo.
Merece la pena visitar el interior de la catedral de estilo gótico, que alberga un retablo del siglo XVI, o su claustro del siglo XV




Al salir de la catedral, con hambre, nos fuimos a buscar una sidrería y la encontramos en el Boulevar de la Sidra, donde dimos buena cuenta de una sabrosa fabada (de primero, de segundo dorada, los asturianos comen muchísimo...)




Pero si en algo destaca Oviedo, es en el arte prerrománico, es increible que joyas tan antiguas hayan perdurado a lo largo de los siglos como las que encontramos aquí:

La fuente de la Foncalada, un templete que se construyó para santificar el agua de la fuente


San Julián de los Prados, sin duda una joya, no se podían hacer fotos en el interior, pero recomendamos desde aquí que no perdáis la oportunidad de visitarla, es, creemos, la mejor conservada de todas.




Un poco más alejadas (hay que coger el coche) están Santa María del Naranco y y San Miguel de Lillo, merece la pena visitarlas por fuera, por dentro y ver las vistas desde allí.

Santa María del Naraco era una casa palaciega, pero que cuando se cayó San Miguel del Lillo usaron para el culto. Tiene dos plantas y un sótano, el altar se encuentra en la parte alta.



De San Miguel del Lillo esto es lo que se conserva, pero la planta del edificio era mucho más grande, pero sufrió un derrumbe en el siglo XI.


Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo se visitan de forma conjunta. Son visitas guiadas y se hacen cada hora (creo recordar). Aquí tenéis información de los horarios y precios:
https://www.turismoasturias.es

Volviendo a nuestro paseo por Oviedo que habíamos dejado en San Julián de los Prados, terminamos nuestra visita en el teatro de Campoamor, donde cada año se entregan los premios Príncipe de Asturias.





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