viernes, 11 de agosto de 2017

Viaje a Picos de Europa, Asturias. Parte II

Continuamos nuestro viaje, aunque antes de seguir quiero aclarar, que no estoy contando nuestro viaje en orden cronológico, sino por zonas, ya que para hacer cada actividad había que contar con las previsiones metereológicas (días de niebla, turismo urbano; días de mucho sol, playa...), y es que en esta zona del norte el tiempo es muy inestable (aunque fresco), y en la montaña hay que anticiparse a la niebla y la lluvia.

En esta ocasión os hablamos de zona de Cangas de Onís y Covadonga. Cangas de Onís es un pueblo, de mayor población que Arenas de Cabrales, que estaba muy cerquita de nuestros apartamentos. Su mayor atractivo es el Puente que cruza el Sella, puente medieval del que pende una Cruz de la Victoria símbolo de Asturias.






Otro atractivo de los atractivos de este pueblo es la capilla y el dólmen de la la Santa Cruz. La capilla tiene un alto valor histórico, pues fue levantada por el rey Favíla en el 737 y alvergó la cruz de madera que Pelayo llevó a la batalla contra los árabes en Covadonga, con lo que fundó el reino Astur (si me equivoco en algo y algún experto quiere corregir algo que no dude en ponerlo en los comentarios)


La capilla se levantó sobre un montículo que se consideraba sagrado, lo que no sabían era el porqué, años más tardes cuando excavaron para tratar de encontrar la tumba de Favíla, descubrieron la razón, debajo del montículo se halló un dólmen.





Además de estos puntos de interés pasear por sus calles es una buena opción.




Cerca de Cangas de Onís, encontramos Covadonga, allí se sitúa el Santuario de Nuestra Señora de Covadonga y la Santa Cueva, donde se encuentra la tumba del Rey Pelayo. Para acceder a la Santa Cueva se pueden subir unas escaleras, aunque una vez arriba ves que hay un acceso por el lateral en el que no hay que que subir nada de nada, una vez en la entrada tuvimos que hacer una cola y en fila de a uno dar una vuela a la Cueva, así que no pudimos ni pararnos a ver la imagen de la virgen ni la tumba de Pelayo...



Pero sin duda, lo que más atractivo tiene Covadonga son sus lagos. Se accede desde la misma carretera que sube al Santuario, pero en los meses de verano no son de libre acceso, se debe tomar un autobús, que nos costó ocho euros por persona, también se puede ir en taxi, es un poco más caro, pero te van parando en los miradores y explicando un poco el camino.
Nosotros fuimos en bus, porque ya teníamos nuestra ruta preparada. Dejar el coche en el parking preparado para los turistas cuesta dos euros, pero si por la carretera te vas a encontrar diversas zonas para aparcar de forma gratuita.

Lo peor que te puede pasar a llegar a los Lagos es que haya niebla, pero nosotros tuvimos mucha suerte y el día estaba totalmente despejado.
Una vez que llegas arriba puedes asomarte, ver los Lagos y volver en el bus, pero nosotros hicimos un agradable paseo de unos 6km, sin apenas desnivel, donde además de ver los lagos, paseamos por un precioso hayedo y unas antiguas minas. La ruta es circular y está perfectamente señalada. En este otro blog podéis ver información de la ruta:
https://visitarasturias.blogspot.com.es

Las señalizaciones de los diversos caminos

La señal que nosotros seguimos

Menudas vistas!!!

La mina

El hayedo

El lago Enol, en esa casa vive una pareja de ancianos.

El lago Ercina, y las vacas.

Como en tooooodas partes, encontramos vacas.


Sencillamente espectacular, un lugar mágico, en el que tenemos que volver (pero la siguiente vez para coronar algún pico).

Cerca de la subida a los lagos de Covadonga, encontramos otra aventura, la Olla de San Vicente. Se trata de un pequeño paseo (aunque ojo, no hay que dejarse atrás las botas de montaña puesto que hay zonas pedregosas), de unos 45 minutos, junto al río Dobra, en el que puedes ir bañándote en las pozas que encuentres por el camino, y que acaba en una espectacular zona de baño de aguas cristalinas.

Aquí podéis tener más información del recorrido: https://visitarasturias.blogspot.com.es

Al poco de empezar el sendero nos encontramos con este puente


Fue difícil retener a los niños para que no se bañaran antes de llegar

La olla, bastante concurrida

La olla desde arriba
En el comienzo del camino de la subida a la olla, se encuentra un restaurante, en el que puedes dejar el coche si consumes allí. Así lo hicimos y por fin probamos el típico Cachopo, delicioso, eso sí, si sois de un comer normal, con un Cachopo casi que hay para dos personas y media.


En las siguiente entrada hablaremos de la zona de Potes y Fuente Dé, que aunque pertenecen a los Picos de Europa, son lugares cántabros.

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