domingo, 26 de agosto de 2018

Oporto. Explorando la ciudad. I

Tras nuestro viaje a Lisboa, conseguimos que el papá pudiera contar de nuevo con unos días libres en agosto, y repetimos país, ya hemos dicho varias veces que Portugal es un país fascinante, tan cercano y desconocido, y tan hermoso. Esta vez nos decidimos por Oporto que visitamos por primera vez.



Oporto es una ciudad, sin duda, para pasear y  perderse por sus calles que te trasladan al pasado, pero que a la vez te envuelve en un ambiente cosmopolita.
El único problema que puedo señalar, fue el calor, ya sé que fuimos en agosto, sería una tontería esperar que hiciese frío, pero tuvimos la "grandísima suerte" de hacer nuestra visita en plena ola de calor, si no tenéis esa misma suerte no olvidéis echar en la maleta una rebeca o una chaqueta para las horas de la noche, de hecho los bares y terrazas están preparados en pleno agosto con sus sistemas de calefacción.
El otro incoveniente que podéis encontrar es el sistema de pago de las autopistas (como ya hemos comentado en otras entradas dedicadas a Portugal). Hay autopistas que se pagan con el método que conocemos en España (sacas el tiquet y pagas en la barrera), pero hay otras que fotografían tu matrícula y te realizan el cobro a una tarjeta que debes haber asociado previamente. Todo esto lo puedes ver en el siguiente enlace: https://www.guiadeviaje.net/portugal/carreteras-peajes.html

Nosotros nos alojamos en un apartamento muy cercano al centro de Oporto, a unos quince o veinte minutos andando, realmente mereció la pena, el apartamento era muy bonito, limpio y confortable, y la chica que nos atendió muy amable, no solemos poner donde nos alojamos, pero este lo recomiendo realmente "Oporto  Guest Cozy & Sweet", aquí podéis verlo: https://www.booking.com/hotel/pt/oporto-guest-cozy-sweet.es.html.


Aprovecho para recordar que los apartamentos en Portugal tienen que cobrar un impuesto por persona y día que se paga al contado y no suele ir incluido en el precio inicial. Se trata de un impuesto del gobierno de Portugal a aquellos que deciden alquilar a turistas.

Llegamos de noche, así que cenamos y nos acostamos pronto para coger fuerzas el día siguiente. La primera zona que conocimos, y que vamos a contar aquí  fue la rua de Santa Catarina,


se trata de una larga avenida, quizás una de las más comerciales, llena de tiendas y de cafés, lo más destacable de esa calle es el café Majestic, donde no recomendamos entrar a tomar con café, pues fue creado en 1921 para la élite de Oporto, pero no podéis dejar de asomaros a la puerta, pues en él podréis apreciar un bellísmo ejemplo de la arquitectura Art Nouveau


En este café fue centro de reunión de intelectuales, artistas y personalidades influyentes.

Otro rincón precioso de Santa Catrina es su iglesia homónima o Capela de las Ánimas, una iglesia cuya fachada destaca en una de las esquinas de la calle, toda llena de los típicos azulejos azules de Portugal.

La preciosa fachada
Un detalle

Su interior
La iglesia es del siglo XVIII, aunque los azulejos de su fachada se incorporaron después al principio del siglo XX.

Cerca de allí encontramos el mercado de Bolhão, construido en el siglo XIX, es uno de los más famosos de la ciudad, pero nosotros lo encontramos cerrado por obras, así que tendremos que volver :)

Continuando nuestro paseo, llegamos a la Avenida de los Aliados y la Plaza de la Libertad, centro de la ciudad, donde se encuentra el ayuntamiento, que está rodeado de modernos edificios de finales del siglo XIX y principios del XX. De entre esos edificios, destaca un McDonalds que se ubica en una maravilla arquitectónica de estilo modernista. En el centro de la plaza se encuentra una estatua de bronce de Don Pedro IV. 

El ayuntamiento


Detrás de la plaza se encuentra la iglesia de la Trinidad, que no visitamos por dentro:


También en esta plaza, podéis encontrar el centro de información turística, donde te tratan maravillosamente y te dan información de los distintos tours que podéis realizar por la ciudad y por el Douro.

Desde esta plaza podéis desplazaros muy fácilmente a todos los puntos de interés de Oporto, vamos a comenzar por la zona de la catedral. Cruzando la plaza y la avenida, lo primero que vamos a encontrarnos es la estación de tren, muy famosa por sus azulejos, no dejéis de visitarla.


Una de las escenas de los azulejos.

Un poco más adelante, encotramos la Sé de Oporto, que se eleva sobre una pequeña colina, a cuyos pies se encuentra la estatua de Vimara Peres. Acercarse a la plaza de la catedral, flanqueada por el palacio episcopal, ya merece la pena. Son un lujo sus vistas que nos acercan a la rivera del Duero, y es curioso ver en el centro de la plaza la columna donde colgaban a los criminales.

Estatura de Vimara Peres, noble gallego que conquistó Oporto a los musulmanes.

La fachada 

La columna manuelina donde se impartía justicia

Una de las preciosas vistas.
La catedral fue construida entre los siglos XII y XIII, aunque fue reformada en el siglo XVII. Su visita es gratuita, pero para acceder al museo y el claustro gótico hay que pagar una entrada de 3 euros, sinceramente creo que es bastante recomendable, en nuestra opinión lo mejor de la Sé.

Capilla principal de la catedral

La última cena, en el museo.


Claustro gótico

Pasillo del claustro, con el detalle de los azulejos
Vista del claustro desde la planta superior
Desde la Sé podemos bajar hasta la rivera del Duero, una de las zonas más animadas, aunque preparada para turistas, así que nada barata. De aquí destacan sus casas coloridas y por supuesto el puente de Don Luis Primero, que cruzaremos para ir a Vila Nova de Gaia.



Desde aquí salen diversos cruceros para dar paseos por el Duero

Cruzar el puente de Don Luis Primero fue muy divertido para los niños, lo cruzamos dos veces, la primera por su parte más alta y la segunda por la más baja, pero en ambos casos lo hicimos de noche. Aunque impresiona por su altura, es todo un espectáculo pasar por la parte de arriba y contemplar las vistas.

Una vez que cruzamos, podemos contemplar las vistas desde el jardín do Morro, o subir al convento de Serra do Pilar, monasterio de forma circular, al que no entramos por llegar de noche, pero desde el que se pueden tomar preciosas fotografías.

Monasterio de Serra do Pilar
Puente de Don Luis Primero
Desde el jardín do Morro se puede tomar un funicular para bajar a Vila Nova de Gaia, nosotros llegamos de noche y no estaba abierto, pero, sinceramente, no merece nada la pena, bajar y subir andando no tiene ninguna dificultad.

Vila Nova de Gaia, es un núcleo urbano que nace por el crecimiento de la ciudad al otro lado del río Duero, la zona es de ambiente moderno y allí se afincan las principales bodegas del vino oporto, la mayoría de ellas visitables, aunque hemos de señalar que si lo que esperas es degustar el vino no son muy generosos en las catas, sin embargo conocer las bodegas y el proceso de elaboración sí es bastante curioso. Nosotros no vistamos ninguna de estas bodegas, porque lo hicimos en el crucero que contratamos por el Duero.

Una de las bodegas
En esta zona del río también vimos los famosos Rabelos, los barcos que se usaban para transportar el vino, actualmente se usan para dar paseos a los turistas, y una vez al año se hace una carrera de estos barcos, que representan a las distintas bodegas de la zona.



Otra cosa llamativa de esta zona es el arte urbano, artistas de la ciudad decoran las calles con esculturas como esta hecha de materiales reciclados:


Podéis ver el mapa del recorrido que acabamos de describir en el siguiente mapa:
https://www.mapsdirections.info/mapea-mi-ruta/viewMap.php?route=165246


Continuamos la visita en la siguiente entrada.





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